domingo, 3 de junio de 2012


  Consumo de alcohol
en la adolescencia


·  ¿Por qué beben los adolescentes?
Para los adolescentes el alcohol es como un "quitapenas" que permitirían esquivar los límites que la realidad impone y acceder a un mundo que ofrecería mejores condiciones de sensación.
La adolescencia es un momento particularmente vulnerable en la vida de una persona, por ser un momento de "transición" entre la pérdida de los padres como educadores principales y la búsqueda o el encuentro de otras nuevas figuras, deseos y sensaciones. A todo esto también se suma el enfrentamiento con un mundo que cada vez se les va haciendo más complejo.
Existe además un verdadero "bombardeo" de la publicidad dirigida hacia los adolescentes, apetecible para el mercado; basta ver como ejemplo al respecto, las publicidades de cerveza destinadas a jóvenes y el "encuentro" entre ellos si se la consume juntos.
Los adolescentes también afrontan en esta etapa el erotismo, los encuentros sexuales... que los atemoriza, pero en silencio. En diferentes pueblos y culturas, encontramos ceremonias y rituales de iniciación como forma de marcar en lo simbólico este pasaje de la niñez al "mundo adulto", en muchos casos como marcas en lo real y en todos poniendo en juego cuerpo expuesto al sufrimiento y a la muerte.
Ahora bien, ¿qué sucede en una sociedad en la que se ha perdido el rito de iniciación de los actos simbólicos que marcan esta salida de la niñez y la entrada a la adultez como son todas las sociedades modernas del primer mundo?
Es posible que en nuestra cultura actual, el alcohol juegue algún papel en este sentido para los adolescentes en tanto "se es grande" por estar "tomando alcohol" o por estar borracho. Por otra parte, el alcohol "suelta la lengua" y "da ánimos" para "encarar" el juego de la seducción inicial.
El alcohol es una droga socialmente aceptada, como ya hemos dicho en otros puntos, y esta droga daría, desde la consideración de los jóvenes, la fuerza y el valor necesarios para los primeros encuentros sexuales tan deseados y tan temidos. Entonces, se arman de un escenario: la discoteca, el monte o en cualquier parque o lugar donde hacer el denominado “botellón”, en el cual beber para así poder, a través de este acto, estar en un estado de embriaguez o borrachera, sentirse grandes y pensar que están haciendo cosas de personas adultas.




III. Lucha ANTIALCOHÓLICA
La lucha antialcohólica consiste principalmente en educar a la gente contra el abuso en la consumición de bebidas alcohólicas. Esta tarea se realiza mediante folletos, conferencias y clases alusivas al tema en el colegio, sobre todo a personas que están en la edad de inicio (14-15 años). La aplicación de impuestos, la limitación de la producción y la prohibición de despachar este tipo de bebida a los menores de edad son medios indirectos que tratan de reducir el consumo.
Las curas de desintoxicación alcohólica que se realizan en nuestro país se basan en un tratamiento médico social, del que se obtienen buenos resultados siempre que el alcohólico desee curar su toxicomanía. De esta manera, se rescatan individuos de esta droga y se reinsertan en la sociedad.
EL ALCOTEST: Una defensa en las rutas.
El alcohol es responsable de muchos accidentes de tránsito. Como una manera de prevención, se ha ideado el Alcotest, que es una prueba que sirve para determinar si un conductor a bebido alcohol y esta o no en condiciones de conducir. Básicamente consiste en hacer soplar una bolsa que contiene un compuesto químico llamado redox que reacciona ante el aliento con etanol. El nivel de alcohol en la sangre del conductor puede determinarse midiendo la magnitud del cambio de color. Últimamente los aparatos destinados a esto son electrónicos. El alcotest constituye una defensa contra la imprudencia de muchos conductores de vehículos y a probado su eficacia positivamente.
TRATAMIENTO
El principal propósito del tratamiento antialcohólico es el de enseñarle a los enfermos a enfrentar y solucionar sus problemas sin recurrir al alcohol. A favor de este objetivo tiene mucha importancia el abordaje de los problemas por los grupos de alcohólicos de ayuda mutua continua, de los que existen varios en nuestro país y donde personas que han pasado experiencias similares orientan y capacitan a enfermos en asistencia. Una de esas organizaciones es la de Alcohólicos Anónimos (A.A.) la cual es de gran ayuda para todas aquellas personas que necesiten ayuda para superar su alcoholismo.
INFLUENCIA DE LOS MEDIOS SOCIALES.
El uso de los medios masivos de comunicación social es determinante para la adquisición de diferentes productos nocivos para la salud, relacionando los productos con personajes televisivos.



EL MUNDO EN EL QUE VIVE SU ADOLESCENTE

La adolescencia es un tiempo de enormes cambios que a menudo pueden ser confusos para un adolescente. Saber lo que significa ser un adolescente puede ayudarle a estar más cerca de su hijo/a y a ejercer una influencia mayor en las decisiones que él/ella deben tomar, incluso aquellas decisiones relacionadas al consumo del alcohol.
Cambios físicos. La mayoría de los jóvenes de 10-14 años experimentan un aumento rápido de estatura y de peso, al igual que el comienzo de su desarrollo sexual. Como resultado, muchos están más pendientes de su cuerpo que cuando eran más pequeños y comienzan a compararse con otros jóvenes y a preguntarse si son suficientemente altos(as), suficientemente delgados(as), suficientemente fuertes, suficientemente atractivos(as). Un adolescente que siente que de alguna forma no da la talla, tienen mayor probabilidad de hacer cosas para agradar a los amigos, incluso experimentar con el alcohol. Durante este tiempo de vulnerabilidad, es particularmente importante que le deje saber a sus hijos(as) que ante sus ojos, sí dan la talla y que son muy importantes para usted.
Destrezas de pensamiento. La mayoría de los adolescentes aún están muy orientados hacia el "ahora" y sólo comienzan a entender que sus acciones -como el consumo de alcohol- tienen consecuencias. Además, tienden a creer que nada malo les va a suceder, lo que contribuye a explicar por qué a menudo toman riesgos indebidos. Por lo tanto, es importante que los adultos inviertan tiempo para ayudar a los jóvenes a entender cómo y por qué los
riesgos relacionados con el alcohol sí les conciernen.
Cambios sociales y emocionales. A medida que los niños se acercan a la adolescencia, los amigos y "la aceptación" cobran más importancia. Los adolescentes jóvenes comienzan a cuestionar los valores y las reglas de los adultos y tienden a buscar en su grupo de amigos, y a través de los medios, las claves de cómo deben comportarse. Dado a este desarrollo normal, quizás no debe sorprendernos que los padres a menudo tengan conflictos con sus hijos(as) según atraviesan los primeros años de la adolescencia. Durante este tiempo, a veces turbulento, quizás el reto más grande para los padres sea lograr un balance entre proveerles su apoyo y establecer los límites adecuados, y respetar la necesidad cada vez mayor de independencia de su hijo(a).

 ETAPAS DEL ALCOLISMO


Etapa 1
En la primera etapa el individuo:
1. Bebe demasiado en todas las reuniones.
2. Aumenta su tolerancia y la frecuencia de la ingestión.
3. Bebe con rapidez.
4. Sufre lagunas mentales.
5. Siente preocupación por beber.
6. Bebe furtivamente.
7. Manifiesta un cambio en la actitud y la forma de beber.

Etapa 2
Durante esta etapa el individuo:
8. Sufre pérdida de control.
9. Bebe en la mañana para curarse la curda.
10. Siente aumento del impulso sexual y, al mismo tiempo, impotencia o frigidez.
11. Inventa un sistema de pretextos.
12. Sufre por los reproches de la familia.
13. Derrocha.
14. Muestra agresividad y conducta antisocial.
15. Siente remordimientos persistentes después de las borracheras.
16. Hace intentos de dejar de beber.
17. Cambia su modo de beber.
18. Ocasiona la pérdida de sus amistades.
19. Siente resentimiento.
20. Pierde su trabajo, o cambia frecuentemente de trabajo.
21. Su familia se aparta, forma una unidad defensiva, y cambia de hábitos respectos a las amistades y a la comunidad.
22. Piensa en el escape geográfico.
23. Recurre al ocultamiento.
24. Casos que pueden producirse en cualquier momento: hospitalización, divorcio, accidentes y arrestos.

Etapa 3
En esta etapa el individuo:
25. Sufre borracheras prolongadas.
26. Pierde la tolerancia al alcohol.
27. Le lleva más tiempo recuperarse de una borrachera.
28. Padece temores indefinidos.
29. Se derrumba su sistema de pretextos.
30. Tal vez tenga que ser recluido en una institución mental.


 Los efectos crónicos pueden ser:
· Trastornos severos de la conducta y de la comunicación, tanto afectiva como social
· Disminución de las facultades mentales y obsesión por la ingesta de alcohol
· Trastornos en la sexualidad
· Lesiones orgánicas, como gastritis, úlceras, pancreatitis aguda y crónica, cirrosis hepática, infertilidad, etc..


CONCLUSIÓN

La juventud es una etapa muy importante de la vida en la que hombres y mujeres se van descubriendo en forma espontánea y rápida a ellos mismos. Algunos lo hacen sin grandes tropiezos, avanzando en la formación de la personalidad que les permitirá ser, ya mayores, gente útil a la sociedad de la que formarán parte.
Otros, en cambio, no tendrán tan feliz destino y se verán acorralados por circunstancias poco favorables y a veces tristes. Entre ellos están los alcohólicos predispuestos tempranamente a que esta terrible enfermedad los atrape en esa etapa jovial de sus vidas.
Los caminos que los llevan a vivir experiencias tan desgraciadas son muchas y variadas. Pero actualmente el mundo que nos toca compartir está demostrando que el alcoholismo ya se ha instalado con vigor en la juventud, sumiéndola en cruentas circunstancias que, años atrás, estaban reservadas a gente de mayor edad.
También estamos asistiendo a la triste evidencia de que el alcoholismo ya ha dejado de ser una cosa propia y casi exclusiva de los hombres. Hoy son muchas las mujeres que lo padecen y, entre ellas, la franja que incluye a las jóvenes se muestra sin ningún disimulo.

Por qué no debo beber alcohol?Si bien en los Estados Unidos es ilegal beber alcohol antes de cumplir 21 años, la mayoría de los adolescentes tiene acceso a las bebidas alcohólicas. Por lo tanto, eres tú quien tiene que tomar una decisión respecto de las bebidas. Además de la posibilidad de convertirte en adicto, beber alcohol conlleva algunas desventajas:
El castigo es severo. Los adolescentes que beben alcohol corren el riesgo de tener problemas obvios con la ley (es ilegal y podrían arrestarte). Los adolescentes que beben alcohol también tienen más probabilidades de involucrarse en peleas y de cometer delitos que quienes no beben.
Las personas que beben en forma regular suelen tener problemas en la escuela: la bebida puede afectar la capacidad para estudiar y sacarse buenas notas, además de afectar el desempeño deportivo (por la falta de coordinación).
Puedes parecer realmente tonto. La impresión es que la bebida te hace más atractivo, pero los cambios que ocasiona el alcohol en el sistema nervioso pueden llevar a que una persona haga tonterías o cosas vergonzantes, como vomitar o hacerse pis encima. La bebida también produce mal aliento, y a nadie le gusta tener una resaca.
El alcohol pone en riesgo tu salud. Los adolescentes que beben alcohol tienen más probabilidades de ser sexualmente activos y de tener relaciones sexuales sin protección y de manera insegura. Si quedas embarazada o contraes una enfermedad de transmisión sexual, tu vida cambiará — o, lo que es peor, llegará a su fin — . Además, el riesgo de que te lastimes — incluso con lesiones fatales — es más alto si estás bajo la influencia del alcohol. La mitad de todas las muertes por ahogamiento entre varones adolescentes están relacionadas con el uso de alcohol. El consumo de alcohol aumenta considerablemente las posibilidades de que un adolescente termine involucrado en un accidente de tránsito o un homicidio, o de que cometa suicidio.
Los adolescentes que beben también tienen más probabilidades de engordar o padecer problemas de salud. Un estudio realizado por la Universidad de Washington reveló que las personas que consumían normalmente cinco o más bebidas alcohólicas, una detrás de la otra, desde los 13 años, eran más propensas al sobrepeso o a la hipertensión a la edad de 24 años que aquellas que no bebían alcohol. Las personas que continúan bebiendo mucho alcohol durante la edad adulta corren el riesgo de dañar órganos tales como el hígado, el corazón o el cerebro.



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